Un nuevo estudio ha demostrado el uso exitoso de haces de iones radiactivos para tratar tumores en ratones. Este enfoque innovador, publicado en arXiv.org, representa un importante paso adelante en la terapia del cáncer. Los investigadores pueden controlar la ubicación precisa del tratamiento en tiempo real.
Primer tratamiento exitoso con haces de iones radiactivos
Esta investigación marca el uso inaugural de partículas radiactivas. vigas para el tratamiento de tumores. Los científicos emplearon un haz de iones radiactivos de carbono-11 para apuntar a un tumor cerca de la columna vertebral del ratón con precisión milimétrica. Este avance es particularmente importante para los tumores ubicados cerca de órganos sensibles, como la médula espinal o el tronco del encéfalo.
Cómo funciona la técnica
Los tratamientos tradicionales con rayos X pueden dañar los tejidos circundantes debido a su amplia dispersión de energía. Por el contrario, los haces de iones radiactivos concentran su energía en lugares específicos. Los iones de carbono 11, que son radiactivos debido a su estructura atómica inestable, liberar positrones al desintegrarse. Estos positrones se pueden detectar mediante tomografía por emisión de positrones (PET), lo que proporciona una indicación clara de dónde se han depositado las partículas del haz.
Monitoreo del tratamiento en tiempo real
La innovación de este estudio radica en la capacidad de tratar el tumor y al mismo tiempo seguir la posición del haz de iones. Los investigadores confirmaron la precisión del haz, reduciendo efectivamente los tumores. Este monitoreo en tiempo real garantiza una orientación precisa, minimizando el daño colateral a los tejidos circundantes.
Implicaciones para futuros tratamientos contra el cáncer
Según ScienceNews informelos intentos de rastrear haces de iones estables utilizando PET enfrentaron previamente desafíos debido a las limitadas emisiones de positrones de isótopos estables. El uso de haces de iones radiactivos produce emisiones de positrones significativamente mayores, lo que permite obtener imágenes detalladas y confirmar la eficacia del tratamiento.
Esta técnica no sólo mejora la precisión de los tratamientos contra el cáncer, sino que también ofrece información sobre el comportamiento de los materiales radiactivos dentro del cuerpo después del tratamiento. A medida que avanza la investigación, este enfoque innovador promete perfeccionar las terapias contra el cáncer, permitiendo estrategias de tratamiento más efectivas y específicas.