Se lanzaron dos cápsulas DRS sobre la provincia de Santa Cruz, Argentina. Aunque las cápsulas no informaron su ubicación mientras descendían a la Tierra (como se suponía que debían hacerlo), ambas informaron su ubicación al aterrizar de manera segura. Aunque ambos fueron lanzados simultáneamente, finalmente terminaron a casi 4 millas de distancia.
Las predicciones sobre los lugares de aterrizaje y las trayectorias de descenso de las cápsulas fueron menos efectivas de lo planeado en una prueba de 2019 debido a una confluencia de factores, incluida la alta latencia, la liberación prematura y el descenso final temprano del globo de superpresión. De las cuatro cápsulas Raspberry Pi a bordo del globo, tres permanecieron operativas y una de las cuatro no respondió después del lanzamiento.
Al final, Rasberry Pi demostró su utilidad en el globo de superpresión de la NASA al proporcionar una solución analógica básica para recuperar datos para misiones de globos meteorológicos. No solo fue capaz de agregar y almacenar análisis de misiones críticas, sino que también proporcionó un plan de respaldo en caso de que fallaran las comunicaciones con los globos meteorológicos o el globo fuera destruido, como fue el caso del SuperBIT. A diferencia del otro hardware del globo de superpresión de la NASA, las cápsulas Raspberry Pi DRS también eran increíblemente asequibles, lo que demuestra que las soluciones confiables no siempre tienen por qué ser costosas.