La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) está investigando los riesgos potenciales que plantean los sistemas de satélites rusos y chinos que utilizan algunos dispositivos móviles estadounidenses.
Existe la preocupación de que algunos satélites operados por Rusia y China puedan estar desviando datos del Sistema Global de Navegación por Satélite (GNSS).
Las reglas de la FCC establecen que solo los sistemas satelitales aprobados pueden procesar datos GPS, siendo los únicos satélites aprobados las constelaciones estadounidenses existentes y el Galileo GNSS europeo.
Potencial de “interferencias y suplantaciones” rusas
El presidente del Comité Selecto de China de la Cámara de Representantes, Mike Gallagher, dijo en una carta a la presidenta de la FCC, Jessica Rosenworcel, que “los acontecimientos actuales en Europa del Este (incluidas las importantes interferencias y falsificaciones rusas de las señales GNSS) ponen en duda la sabiduría de aceptar esta solución alternativa y «Sugiero que es fundamental que la FCC haga cumplir sus normas contra el uso de señales no autorizadas de satélites extranjeros».
Algunos teléfonos móviles estadounidenses pueden utilizar las constelaciones de satélites pertenecientes a los sistemas ‘BeiDou’ de la República Popular China y ‘GLONASS’ ruso para recibir y procesar señales GNSS.
«Muchos dispositivos en Estados Unidos ya funcionan con señales extranjeras», afirmó Rosenworcel en 2018, tras señalar que los teléfonos estadounidenses pueden enviar señales GNSS a satélites de países extranjeros.
Entre los fabricantes de teléfonos contactados por la FCC se encuentran SamsungNokia, Motorola, Manzana, Googley otros que representan alrededor del 90% de la industria de la telefonía móvil de EE. UU.
Hablando sobre la investigación de la FCC, un portavoz dijo: «No existe ningún registro establecido de qué amenazas a la seguridad, si las hay, conllevan estas señales y si los fabricantes de dispositivos portátiles están procesando estas señales en violación de las reglas de la Comisión».
Estados Unidos ha estado tomando medidas para aumentar la producción nacional de semiconductores como parte de la ley CHIPS. Existen preocupaciones serias y creíbles de que la fabricación de chips para dispositivos estadounidenses en Taiwán pueda someterlos al espionaje y sabotaje chino.
La ley CHIPS ha reservado 53 mil millones de dólares para invertir en la fabricación nacional utilizando la experiencia y la infraestructura existentes de empresas como IntelSamsung, Micron y Taiwan Semiconductor Manufacturing Company.
A través de Reuters