Luego llegamos a la nave espacial de SpaceX, que puede parecer algo sacado directamente de un programa de ciencia ficción, pero también lo parece la Fuerza Espacial de los Estados Unidos. Con el tiempo, este aventurero galáctico ocupará hasta 100 humanos por vuelo «a la Luna, Marte y más allá». Está compuesto por un cohete propulsor Super Heavy de primera etapa y una nave espacial de segunda etapa totalmente reutilizable llamada sistema Starship.
Con 397 pies de altura y 29,5 pies de diámetro, tiene una capacidad de carga útil de entre 100 y 150 toneladas. Super Heavy está propulsado por 33 motores Raptor, 13 de los cuales están en el centro y 20 alrededor del perímetro, lo que lo convierte en uno de los vehículos de lanzamiento más potentes jamás construidos. Cada Raptor tiene el doble de capacidad de empuje que un Merlin y, cuando se combinan, pueden generar unos 16,7 millones de libras de empuje. Una vez desechado, regresará automáticamente al sitio de lanzamiento.
Mientras tanto, el sistema Starship continuará su alegre camino impulsado por tres motores Raptor adicionales. Una vez en el vacío del espacio exterior, tomarán el relevo tres motores especiales Raptor Vacuum (RVac) con secciones de escape más grandes y boquillas de expansión.
Además de ser más grandes y tener un impulso mucho más poderoso, Raptor y Merlin tienen algunas otras diferencias principales. En primer lugar está la propia fuente de combustible. Ambos usan oxígeno líquido (LOx), pero Merlin lo combina con RP-1 (queroseno), mientras que Raptor combina el LOx con metano líquido subenfriado criogénicamente (CH4), por una razón muy importante.