Antes de profundizar en los métodos avanzados de solución de problemas, comience con algunas correcciones básicas que pueden funcionar con más frecuencia de lo que cree. Comience reiniciando su dispositivo. Esto puede parecer una tarea sencilla, pero puede resultar eficaz para solucionar fallos temporales que provocan problemas de conectividad. Simplemente apague su computadora, espere unos 10 segundos y luego vuelva a encenderla. Cuando se reinicia, actualiza la configuración de red y, a menudo, resuelve cualquier problema menor.
A continuación, dirijase al enrutador. Esta potencia de redes a veces puede encontrar problemas que un reinicio rápido puede solucionar. Localice la fuente de alimentación de su enrutador, desconéctelo y espere al menos 30 segundos. Esta breve pausa permite que el enrutador descargue cualquier carga eléctrica restante y reinicie sus componentes internos. Después de una breve espera, vuelva a enchufar el enrutador y espere un poco para que se reinicie por completo. Ahora puedes intentar volver a conectarte a Wi-Fi y comprobar si el problema vuelve a aparecer.