No quiero ser demasiado cínico, pero lo primero que pensé cuando leí la advertencia fue: «Sí, claro». Cualquier ex piloto de la OTAN que acepte un contrato para entrenar a pilotos de combate chinos sabe muy bien que se está inscribiendo para proporcionar a China una ventaja intelectual, sin importar cuánto confundan la declaración de la misión.
Es esta ventaja intelectual, la capacidad de recopilar información a través de inteligencia de fuente abierta, la que conlleva un riesgo tan alto para el sector de defensa. En DoDIIS se mencionó, más de una vez, la necesidad de invertir en seguridad operativa (OPSEC), la necesidad de mantener la privacidad de lo mundano y la necesidad de evitar compartir demasiada información en las redes sociales sobre las actividades propias.
Las asociaciones entre gobiernos y empresas son clave para la ciberresiliencia
Cuando surge un conflicto, es demasiado tarde para comenzar a forjar relaciones que fomenten la ciberresiliencia. Compartir información es necesario ahora, en tiempos de mayor tranquilidad, entre agencias y a través de fronteras. La tecnología está ahí, la voluntad está ahí, pero la política requerirá algunos pequeños ajustes para que el intercambio de inteligencia internacional sea una realidad más regular.
La burocracia de nivel medio a menudo obstaculiza la creación de relaciones transfronterizas. Como diría mi sabio padre (quien puede haber sido responsable de mi propia adopción de la mentalidad de que es “mejor pedir perdón que pedir permiso”), nuestros sistemas se estreñen cuando los ejecutivos de grado medio dudan en tomar una decisión por temor a que contraatacará y su avance profesional se verá obstaculizado.
La DIA y el Departamento de Defensa de EE.UU. están en apuros para superar esos obstáculos burocráticos y encontrar una manera de compartir información con otros países y compartir inteligencia con sus socios dentro del sector privado. Esto es lo que se requiere de una asociación sostenible. Las empresas también deben adaptar y ajustar su enfoque de compromisos “centrado en las ventas”. Si bien la competencia en el mercado de proveedores es en gran medida un mundo de suma cero, no es así cuando se trata de proteger la infraestructura nacional, específicamente la del establishment de defensa. Nunca ha habido una necesidad más clara de remar al unísono para proteger a sus clientes comunes.
Las empresas deben intensificar la defensa contra las ciberincursiones chinas
No quepa duda: esta es la oportunidad para que las empresas den un paso adelante, demuestren asociación y sean contadas. ¿Por qué? Si no se reúne la sabiduría colectiva, entonces no debería sorprendernos que China aproveche estas mismas oportunidades para proteger colectivamente el pellejo de unos y otros.