China ha iniciado un cambio de política para eliminar los procesadores estadounidenses de las computadoras y servidores del gobierno, informa Tiempos financieros. La decisión tiene como objetivo eliminar gradualmente los procesadores de AMD e Intel del sistema utilizado por las agencias gubernamentales de China, lo que significará menores ventas para los fabricantes de chips con sede en Estados Unidos y mayores ventas de CPU propias de China.
Las nuevas directrices de adquisiciones, introducidas silenciosamente a finales de 2023, obligan a las entidades gubernamentales a priorizar procesadores y sistemas operativos «seguros y confiables» en sus compras. Esta directiva es parte de un esfuerzo concertado para impulsar la tecnología nacional y es paralela a un impulso similar dentro de las empresas estatales para adoptar tecnología diseñada en China.
La lista de procesadores y sistemas operativos aprobados, publicada por el Centro de Evaluación de Seguridad de Tecnología de la Información de China, incluye exclusivamente empresas chinas. Hay 18 procesadores aprobados que utilizan una combinación de arquitecturas, incluidas x86 y ARM, mientras que los sistemas operativos se basan en software Linux de código abierto. En particular, la lista incluye chips de Huawei y Phytium, los cuales están en la lista negra de exportaciones de Estados Unidos.
Este cambio hacia la tecnología nacional es una piedra angular de la estrategia nacional de China para la autonomía tecnológica en los sectores militar, gubernamental y estatal. Las directrices proporcionan instrucciones claras y detalladas para el uso exclusivo de procesadores chinos, lo que marca un paso significativo en la búsqueda de China de la autosuficiencia tecnológica.
Se ha ordenado a las empresas estatales que completen su transición a CPU nacionales para 2027. Mientras tanto, las entidades gubernamentales chinas deben presentar informes de progreso sobre las revisiones de sus sistemas de TI trimestralmente. Aunque todavía se permitirá cierta tecnología extranjera, el énfasis está claramente en la adopción de alternativas locales.
Se espera que el alejamiento del hardware extranjero afecte significativamente a las empresas tecnológicas estadounidenses. China es un mercado importante para AMD (que representó el 15% de las ventas el año pasado) e Intel (que representa el 27% de los ingresos de Intel), y contribuye a una parte sustancial de sus ventas. Además, Microsoft, aunque no revela cifras específicas, ha reconocido que China representa un pequeño porcentaje de sus ingresos. Mientras tanto, cabe señalar que la mayor parte de las ventas de AMD e Intel en China son ventas de chips a fabricantes de PC, no a agencias gubernamentales.
Los analistas interrogados por el Financial Times predicen que la transición a los procesadores domésticos avanzará más rápidamente para los procesadores de servidores que para los PC clientes, debido a que el ecosistema de software menos complejo necesita ser reemplazado. Estiman que China necesitará invertir aproximadamente 91 mil millones de dólares entre 2023 y 2027 para reformar la infraestructura de TI en el gobierno y las industrias adyacentes.