La adicción a los teléfonos móviles se ha convertido en un problema a la orden del día, que afecta especialmente a niños y adolescentes. Las estadísticas son alarmantes: un reciente informe de Unicef revela que un 31,6% de los adolescentes pasa más de cinco horas diarias conectados a internet durante la semana, y esta cifra asciende al 49,6% durante los fines de semana.
Este exceso de tiempo frente a las pantallas no solo reduce la interacción social directa, sino que también puede tener un impacto negativo en la salud mental y el bienestar de los usuarios, que a la larga se puede manifestar en problemas como la obesidad o la depresión.
Ante esta situación, dos jóvenes emprendedores de Barcelona, Albert Beltran y Carlos Fontclara, ambos de 24 años, han lanzado Balance Phone. Esta nueva aplicación pretende ayudar a los usuarios a hacer un uso más consciente de sus dispositivos, modificando su interfaz para limitar el acceso a aplicaciones y contenidos considerados adictivos, como redes sociales, plataformas de streaming y juegos en línea.
De este modo, al activarse, la aplicación modifica la apariencia del dispositivo, simplificándola y bloqueando apps como Instagram, Tiktok, Youtube o Netflix. Los usuarios pueden instalar y desinstalar la aplicación cuando lo deseen, aunque para eliminarla es necesario ingresar una contraseña. A fecha de esta publicación, el precio de la suscripción anual de Balance Phone es de 29,99 euros, pero también permite adquirir sus servicios de por vida por 39,99 euros.
Están desarrollando un teléfono móvil propio
A Beltran y Fontclara, amigos desde la infancia, les motivó su propia experiencia con el tiempo perdido en el uso de sus teléfonos. «Nos dimos cuenta de que necesitábamos una solución para nosotros mismos, algo que nos ayudara a dejar de perder tanto tiempo en aplicaciones y redes sociales», explica Fontclara. Ahora, con Balance Phone, buscan ofrecer una herramienta que permita a los usuarios recuperar el control sobre su tiempo y su atención.
Además del lanzamiento de la aplicación, los fundadores tienen otros planes para el futuro. Están desarrollando un teléfono móvil propio, el Balance Phone, que integrará de serie este sistema operativo. Este dispositivo busca ser una solución más radical para aquellos que desean un enfoque aún más minimalista y controlado sobre la tecnología.