Según el denunciante, los pernos utilizados para asegurar el enchufe del panel de la puerta ni siquiera fueron instalados de fábrica. Si se confirma, esto dice mucho no sólo sobre cómo Boeing maneja su negocio de aviación comercial, sino también sobre cómo se inspeccionan y aprueban su uso los aviones.
En teoría, alguien en la línea de producción o en la inspección final debería haber notado el hecho de que el avión no estaba construido correctamente. El 21 de enero, la Administración Federal de Aviación emitió un comunicado en el que informaba a las aerolíneas que deberían verificar los enchufes de los paneles de las puertas en todos los aviones Boeing 737-900ER. El 17 de enero, la FAA emitió un comunicado informando que profundizaría en la fabricación general de Boeing.
Incluso cuando se trata de aviones distintos del 737 MAX 9, parece Boeing no puede escapar de la mala prensa y las alertas de seguridad. Ayer mismo, un Boeing 757 que volaba para Delta Airlines perdió una rueda del tren de aterrizaje delantero mientras se preparaba para despegar. Afortunadamente el avión no despegó y nadie resultó herido.