La instalación de paneles solares en el techo hará que su hogar sea más eficiente energéticamente y reducirá sus facturas de energía, pero esa no es la única forma en que un techo puede hacer estas cosas. En lugar de paneles solares, otra opción que una persona podría tener sería hacer que el techo de su casa sea un techo fresco, donde «frío» en este caso se refiere a la temperatura real del techo. Un techo tradicional, especialmente en verano, atrapa el calor y puede alcanzar temperaturas de alrededor de 150 grados Fahrenheit. Como es de esperar, ese calor llega a la casa, lo que hace que el aire acondicionado trabaje horas extras para tratar de combatirlo. Tener un techo fresco combate este fenómeno en gran medida.
Un techo fresco suele ser de color mucho más claro y está hecho de materiales que pueden reflejar los rayos solares en lugar de absorberlos. Estos techos pueden redirigir ese calor a otra parte y no hacer que se adhiera tanto a su hogar, y en esos días de verano particularmente abrasadores, ese número de 150 grados podría reducirse en más de 50 grados, lo que resultaría en un uso mucho menor del aire acondicionado.
Por supuesto, si planea cubrir o rehacer completamente su techo, entonces quizás valga la pena cambiar a paneles solares. Tener un techo fresco todavía tiene sus beneficios, especialmente desde el punto de vista estético si te gusta tener un techo blanco o de colores claros, pero los paneles solares serían una opción más eficiente a largo plazo.