Otro factor importante a tener en cuenta es el tipo de insumos disponibles. Este es un paso crucial para garantizar que la interfaz que estás comprando sea compatible con los instrumentos que vas a utilizar al producir música.
Diferentes instrumentos requieren tipos de entrada específicos para un rendimiento óptimo. El tipo de entrada más básico es la conexión XLR que se utiliza para la mayoría de los micrófonos. Si está utilizando micrófonos de condensador, deberá verificar que la interfaz que está comprando admita alimentación fantasma (generalmente 48 voltios), ya que este tipo de micrófonos requieren más energía.
Instrumentos como la guitarra eléctrica o el bajo utilizan conexiones de 1/4″. Sin embargo, el problema con estos instrumentos es que tienen una alta impedancia, lo que puede resultar en una pérdida de calidad de la señal si se conectan a una entrada estándar de 1/4″. Para solucionar este problema, varias interfaces ofrecen un conector de entrada Hi-Z. Esto convierte la señal de alta impedancia en una baja, mejorando la calidad del sonido y reduciendo la interferencia de los instrumentos circundantes. Algunas interfaces de audio cuentan con un interruptor Hi-Z (ya sea conectado a la interfaz o incluido en el programa de software proporcionado), por lo que puede cambiar los tipos de entrada fácilmente según el instrumento que esté grabando.