Varios líquidos en el motor ayudan a reducir la fricción entre las piezas móviles, reducen la acumulación de calor y evitan que los componentes cruciales se desgasten demasiado rápido. El líquido de transmisión es vital para garantizar el rendimiento saludable del vehículo, pero puede volverse menos efectivo debido a la oxidación en el transcurso de tan solo 37,000 millas. La oxidación transforma el líquido de su color rojo normal a algo mucho más oscuro, lo que indica que ya no puede realizar su trabajo correctamente.
El filtro de la transmisión también es algo que se debe revisar periódicamente, ya que su objetivo es atrapar partículas no deseadas en el fluido antes de que lleguen a áreas críticas. A medida que aumentan las millas de su vehículo, el líquido destinado a ayudar a preservar la transmisión puede llenarse de virutas de metal, suciedad y otros desechos no deseados. Afortunadamente, existe un filtro para ayudar a evitar que estas partículas entren en la transmisión, pero puede obstruirse y es necesario reemplazarlo.