Si desea agregar un golpe rápido de potencia de rendimiento a su vehículo con nitroso, deberá decidir qué tipo usar. Un sistema de nitroso húmedo introduce óxido nitroso y combustible en el cuerpo del acelerador del motor. Por el contrario, un sistema seco separa el óxido nitroso y el combustible hasta que se mezclan a través de los inyectores de combustible. Ambos sistemas ofrecen ese impulso de potencia que necesitas para adelantarte a la competencia, pero ¿cuál es el adecuado para ti?
La inyección húmeda presenta la ventaja de ser más fácil de ajustar y es una mejor opción para aquellos que buscan agregar niveles más sustanciales de rendimiento. Desafortunadamente, los sistemas de inyección húmeda también son más complicados de integrar en su automóvil y plantean riesgos como crear una mezcla que no logra atomizarse adecuadamente o que el combustible no llega a todos los cilindros. Si un cilindro no recibe suficiente combustible, puede dañarse y, si recibe demasiado, también crea problemas.
Los sistemas de inyección seca son mucho más sencillos en términos de instalación, ya que el combustible no se mezcla antes que los inyectores y ofrece una mezcla más uniforme entre los cilindros. Sin embargo, un sistema de suministro en seco no se puede ajustar fácilmente sin un mecánico experimentado que pueda ajustar componentes como los propios inyectores de combustible. Necesitará un software de ajuste especializado para establecer la mezcla ideal, pero no todos los motores pueden admitir un sistema de inyección seca.