La semana pasada, líderes de todo el mundo se reunieron en la 55ª reunión anual del Foro Económico Mundial (WEF) en Davos-Klosters, Suiza. Este evento anual reúne voces influyentes de gobiernos, organizaciones internacionales, sociedad civil y el sector privado para explorar oportunidades y soluciones para la mejora global.
El tema de este año, «Colaboración para la edad inteligente», abordó los cambios geoeconómicos significativos y el ritmo rápido de la evolución tecnológica que todos estamos navegando. La ciberseguridad y el imperativo de asegurar nuestro mundo digital fueron temas clave a lo largo del evento, enfatizando el papel crítico de la colaboración estratégica en la abordación de estos desafíos.
Actores de amenaza cada vez más sofisticados en el panorama de ciberseguridad en evolución
En un mundo donde los cibercriminales a menudo operan con un nivel de eficiencia que refleja el de las compañías Fortune 500, es esencial que busquemos formas de colaborar mejor para contrarrestarlas. Desafortunadamente, todavía hay mucho margen de mejora; En 2023, el 87% de las empresas reportado experimentando al menos una violación.
Se espera que los adversarios continúen adoptando ataques más grandes y audaces, agregando nuevas tácticas a sus arsenales. A medida que los actores de amenaza continúan avanzando sus esfuerzos, las organizaciones también deben evolucionar, adoptando un enfoque integral y colaborativo para la gestión de riesgos.
Si bien las personas, la tecnología y los procesos son cruciales para mejorar la ciberseguridad, ningún individuo u organización puede tener una visión completa de todas las amenazas existentes. Ante el aumento de los ataques cibernéticos y los cibercriminales más sofisticados, es necesario construir alianzas entre las organizaciones para mantenerse a la vanguardia.
Necesidad crítica de interrupción sistémica de los ecosistemas cibercriminales
A medida que el estado de ciberseguridad cambia continuamente, ninguna organización puede alterar efectivamente el delito cibernético solo. La importancia de interrumpir el ecosistema cibercriminal a través de la colaboración estratégica fue el tema de un panel de discusión en el que participé junto con Philip Reiner, CEO y fundador del Instituto de Seguridad y Tecnología; Hoda Al Khzaimi, directora del Centro de Seguridad Cibernética de la Universidad de Nueva York Abu Dhabi; y Philip Reitinger, presidente y CEO de Global Cyber Alliance. Discutimos los desafíos que enfrentamos colectivamente, sugerencias para estrategias de interrupción exitosas y las mejores prácticas y lecciones aprendidas de las iniciativas existentes que ya están progresando en la lucha contra el delito cibernético.
Durante la discusión, tuve la oportunidad de compartir mis ideas personales al trabajar en varias operaciones diferentes a través de las asociaciones estratégicas de Fortinet con organizaciones públicas y de sector privado.
Cómo las asociaciones ayudan a asegurar la sociedad
El Atlas del delito cibernético del Foro Económico Mundial es un excelente ejemplo de una colaboración pública-privada exitosa. Fortinet es miembro fundador del Atlas del delito cibernético, una comunidad de defensores que utiliza investigaciones de código abierto para mapear actividades cibercriminales e identificar respuestas conjuntas del sector público y privado al delito cibernético. El Atlas del delito cibernético es un esfuerzo de colaboración para construir una base de conocimiento global orientada a la acción sobre el delito cibernético para apoyar la mitigación y la interrupción de las actividades adversas. Los miembros del grupo incluyen más de 20 agencias de aplicación de la ley, compañías de seguridad del sector privado, respondedores de incidentes, organizaciones no gubernamentales, instituciones financieras y socios académicos.
El Atlas del delito cibernético se lanzó en 2024, y en su primer año de operación ya ha logrado un progreso significativo en la interrupción de las principales actividades del delito cibernético. Las ideas del Atlas del delito cibernético contribuyeron al éxito de la Operación Serengeti, un esfuerzo en el que la Organización Internacional de la Policía Penal (Interpol) y el Mecanismo de la Unión Africana para la Cooperación Policial (Afripol) identificaron y arrestaron a 1.006 miembros de grupos cibernético que operan en África.
Además de su papel en ayudar a eliminar los ciberdelincuentes, el proyecto Atlas del delito cibernético también proporciona un modelo de asociación práctico y escalable para colaboraciones públicas y privadas. Las asociaciones efectivas pueden ayudarnos a identificar puntos de estrangulamiento en el tablero de ajedrez del atacante, encontrando oportunidades para interrumpir significativamente las operaciones de delitos cibernéticos.
Progreso continuo en la lucha contra el delito cibernético
Cada año, la reunión anual del Foro Económico Mundial ofrece una oportunidad crítica para que las entidades públicas y privadas discutan posibles soluciones a los desafíos globales apremiantes. Los esfuerzos de colaboración para interrumpir el delito cibernético organizado solo serán más críticos a medida que se intensifique el panorama de amenazas.
El cultivo de relaciones entre industrias y fronteras crea confianza, y fomentar la confianza allana el camino para compartir la inteligencia regularmente para fortalecer las posibilidades de superar colectivamente a nuestros adversarios.