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Uno de los principales desafíos que Rapidus enfrentará cuando inicie la producción en serie de chips con su tecnología de proceso de 2 nm en 2027 es conseguir clientes. Dado que Intel, Samsung y TSMC tienen previsto ofrecer sus propios nodos de 2 nm para esa fecha, Rapidus necesitará algún tipo de ventaja para atraer clientes de sus rivales más establecidos. Para ello, la empresa cree que ha encontrado su ventaja: un empaquetado totalmente automatizado que permitirá plazos de entrega de chips más cortos que las operaciones de empaquetado tripuladas.
En una entrevista con NikkeiEl presidente de Rapidus, Atsuyoshi Koike, describió la visión de la empresa de utilizar un embalaje avanzado como ventaja competitiva para la nueva fábrica. La instalación de Hokkaidoque actualmente se encuentra en construcción y se espera que comience la instalación de equipos en diciembre, ya está programada para producir chips y ofrecer servicios avanzados de empaquetado dentro de la misma instalación, una primicia en la industria. Pero, en última instancia, el mayor plan de Rapidus para diferenciarse es automatizar los procesos de fabricación de back-end (empaquetado de chips) para proporcionar tiempos de respuesta significativamente más rápidos.
Rapidus se centra especialmente en la producción final, ya que, en comparación con la producción inicial (litografía), la producción final todavía depende en gran medida de la mano de obra humana. Ninguna otra fábrica de embalajes avanzados ha automatizado por completo el proceso hasta ahora, lo que proporciona un cierto grado de flexibilidad, pero reduce la productividad. Pero con la automatización en funcionamiento para gestionar este aspecto de la producción de chips, Rapidus podría aumentar la eficiencia y la velocidad del embalaje de chips, lo que es crucial a medida que las tareas de montaje de chips se vuelven más complejas. Rapidus también está colaborando con varios proveedores japoneses para obtener materiales para la producción final.
«En el pasado, los fabricantes de chips japoneses intentaron mantener el desarrollo de su tecnología exclusivamente dentro de la empresa, lo que aumentó los costos de desarrollo y los hizo menos competitivos», dijo Koike a Nikkei.[Rapidus plans to] “Abrir tecnología que debería estar estandarizada, reduciendo costos y al mismo tiempo manejando tecnología importante internamente”.
En términos financieros, Rapidus se enfrenta a un importante desafío: necesitará un total de ¥5 billones (35 mil millones de dólares) para cuando comience la producción en masa en 2027. La empresa estima que necesitará ¥2 billones para 2025 para la producción de prototipos. Si bien el gobierno japonés ha proporcionado ¥920 mil millones en ayuda, Rapidus aún necesita asegurar una financiación sustancial de inversores privados.
Debido a su falta de experiencia y trayectoria en la producción de chips, así como a la limitada visibilidad de sus posibilidades de éxito, a Rapidus le está resultando difícil atraer financiación privada. La empresa está en conversaciones con el gobierno para facilitar la captación de capital, incluidas posibles garantías de préstamos, y tiene la esperanza de que la nueva legislación le ayude en este esfuerzo.
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