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Con la aprobación de la Ley Vinson-Trammel, la Armada de los Estados Unidos comenzó a desarrollar una flota considerable, que incluía tres portaaviones y más de 60 buques de apoyo y listos para la batalla. Cuando estalló la guerra con Japón en el Pacífico, la Armada de los Estados Unidos tenía 15 acorazados en servicio y listos para la batalla. Con victorias cruciales de los Aliados en el Batalla de Midway y la Batalla del Golfo de Leyte, es difícil negar que la determinación de Vinson de fortalecer la Armada de los EE. UU. fue un factor significativo en el resultado de la Guerra en el Pacífico.
Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, el presidente Truman fusionó todas las facciones militares bajo un secretario de Defensa, un puesto que intentó en múltiples ocasiones poner a Vinson en manos de éste. Vinson se negó y prefirió «seguir dirigiendo el Pentágono desde aquí arriba». Fue miembro del Comité de Servicios Armados durante dos años y se convirtió en su presidente en 1949.
Durante sus 30 años de carrera como político, Vinson resultó vital para el desarrollo de la Marina de los EE. UU. Para honrar su papel en la preparación de la nación para la guerra oceánica de la Segunda Guerra Mundial y su larga carrera como político, la Marina lo honró con el USS Carl Vinson. Aunque no vivió lo suficiente para verlo zarpar, el buque continúa rindiendo homenaje al político de carrera y al impacto que tuvo en la moderna marina de dos océanos del país.
[Featured image by Jack E. Kightlinger via Wikimedia Commons | Cropped and scaled | CC BY-SA 3.0]
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