Desde al menos 2013, cuando los gemelos Winklevoss presentaron por primera vez una solicitud para crear una, un fondo cotizado en bolsa de bitcoins (ETF) ha sido la ballena blanca de la industria de la criptografía. Un ETF abriría la inversión en bitcoins a una gran variedad de nuevos actores, desde usuarios individuales de 401 (k) hasta instituciones importantes, que no pueden comprar bitcoins directamente por motivos regulatorios o de cumplimiento. Ayer, finalmente obtuvimos un ETF de bitcoin… algo así.