Microsoft Edge ha logrado, a lo largo de los últimos años, cambiar la imagen que muchos tenían de los de Redmond en lo referido a navegadores web. Imagen, no obstante, justamente cosechada a lo largo de décadas con Internet Explorer, un nombre que todavía genera escalofríos a más de uno, y que con el cambio a, llamémosle el Edge de la primera edad (el quese basaba en EdgeHTML y Chakra), apuntaba a perpetuarse por mucho más tiempo.
Todo esto cambio, como digo, con el abandono de ese planteamiento, en el que la guerra de los navegadores debía basarse en los motores empleados, y la consecuente e inteligente adopción de Chromium. Desde ese momento el enfrentamiento pasó a estar protagonizado por las funciones del navegador y no por su tecnología subyacente, y ahí es cuando Microsoft Edge empezó a crecer tanto en funciones y utilidad como, aunque despacio pero parece que de manera más o menos constante, en usuarios, al punto de que los datos más recientes de StatCounter (diciembre, enero y febrero) lo sitúan como el segundo navegador de escritorio más usado, por encima de Apple Safari, incluso llegando a rozar una cuota del 13%.
Eso sí, que Microsoft esté haciendo las cosas bien con Microsoft Edge no significa que todo salga bien. En ocasiones, como ocurre con otras aplicaciones y también con Windows, una actualización, que en teoría debería estar encaminada a mejorar el funcionamiento y/o a sumar nuevas funciones, se puede traducir en problemas inesperados. Y eso es lo que, según podemos leer en Neowin, está ocurriendo en esta ocasión con el navegador de los de Redmond.
Así, según podemos leer en dicha publicación, la versión 1.122.0.2365.63 Microsoft Edge está experimentando un problema que impide cargar las páginas web a las que los usuarios intentan acceder. El problema se reproduce en equipos en los que se ha instalado la actualización más reciente del navegador y se traduce en un mensaje en pantalla en el que se indica al usuario que el sistema no tiene suficiente memoria para abrir la página en cuestión.
Pruebas realizadas por los propios usuarios afectados apuntan a una posible relación entre el fallo y las funciones de seguridad mejorada del navegador (ojo, no confundirla con la de privacidad, que se configura desde el mismo apartado de configuración de Edge), más concretamente al ajuste de las mismas en el nivel más alto (estricta), pues algunos usuarios afirman haber resuelto el problema pasando a la configuración intermedia (equilibrada), si bien otros solo han podido volver a utilizar el navegador tras desactivar por completo la seguridad mejorada.
