Meta, empresa propietaria de Facebook, Instagram y WhatsApp, ha anunciado el nombramiento de Joel Kaplan, en su momento principal asesor del expresidente estadounidense George W. Bush y conocido por sus vínculos con el partido republicano, como su nuevo jefe de políticas globales. Sucede en el cargo a Nick Clegg, quien fue viceprimer ministro de Reino Unido antes de entrar en la directiva de la tecnológica en 2018.
El movimiento se produce apenas unos días antes de que Donald Trump acceda de nuevo a la presidencia de Estados Unidos, y parece estar destinado, en buena medida, a servir al interés de Meta de estrechar lazos con la nueva administración. Clegg, que anunció su salida del cargo a través de una publicación en Facebook, señaló que «Joel (Kaplan) es claramente la persona adecuada para el trabajo adecuado en el momento adecuado». Asimismo, remarcó que su sucesor «está en la posición ideal para dar forma a la estrategia de la empresa a medida que las expectativas sociales y políticas en torno a la tecnología continúan evolucionando».
Clegg también señaló que, al menos durante «los próximos meses», seguirá «representando a la empresa en una serie de reuniones internacionales». Hecho esto, su tiempo como trabajador de Meta llegará a su fin, algo que probablemente ocurrirá, al finalizar el primer trimestre del presente 2025.
Antes de acceder a su nuevo cargo como jefe de políticas, Kaplan trabajaba para Meta como vicepresidente de políticas públicas. El cargo ahora recaerá en Kevin Martin, que lleva siete años trabajando dentro de la empresa y que anteriormente ocupó el cargo de presidente en la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC).
Una relación complicada
Durante las últimas semanas, Meta, como TikTok, Apple, Amazon u OpenAI, se ha estado afanando para intentar estrechar lazos con la nueva administración. Recientemente, Mark Zuckerberg, CEO de la empresa, estuvo cenando con el dirigente electo en su residencia de Mar-a-Lago, en Florida. La dueña de Facebook también donó un millón de dólares destinado a costear parte de la ceremonia de investidura en Washington D.C.
La función del jefe de políticas globales de Meta pasa en buena medida por mantener reuniones con reguladores y a defender las políticas establecidas por las redes sociales del emporio. En la coyuntura actual, tiene todo el sentido que Zuckerberg delegue esta tarea en alguien próximo al partido republicano estadounidense.
Cabe recordar que tradicionalmente la relación entre Meta y Trump ha sido cuanto menos mejorable. Durante la campaña presidencial, el político y magnate amenazó a Zuckerberg con encarcelarle «de por vida» si conspiraba contra su candidatura a través de sus redes sociales. Asimismo, se mostró contario al bloqueo de TikTok en Estados Unidos utilizando como argumento que con la desaparición de la ‘app’ china Facebook e Instagram tendrían demasiado poder en el país.
