En internet hay que andar siempre alerta. Especialmente cuando hablas con personas que no conoces en la vida real. Más todavía si estás buscando el amor o, por las razones que sean, estás atravesando un momento de especial vulnerabilidad y sientes la necesidad de encontrar a alguien que esté para ti, dispuesto a escucharte. Porque los criminales, siempre listos en la red, van a intentar aprovecharse de esa situación. Y una de las campañas maliciosas más básicas más básicas para sacar partido de este tipo de personas es la de la estafa del amor , que te puede dejar, fácil, con el corazón roto y la cuenta a cero. Amelia Gutiérrez, una de los tres hermanos de Morata de Tajuña que la Guardia Civil encontró muertos en su hogar ayer jueves, fue víctima de un cibercrimen de este tipo . La mujer, de 68 años, entregó cerca de 400.000 euros a Edward, un supuesto militar estadounidense con el que, aparentemente, mantenía una relación a distancia. Y aparentemente, porque el susodicho ni siquiera existía realmente. Noticias Relacionadas reportaje No La extraña muerte de los Gutiérrez Ayuso: un ajuste de cuentas tras perder 400.000€ por la estafa del amor Carlota Barcala estandar No Un ajuste de cuentas por dinero tras una estafa amorosa, principal hipótesis del presunto asesinato de tres hermanos en Morata de Tajuña (Madrid) Carlota Barcala El caso de Amelia, que, según la Guardia Civil, podría haber sido asesinada debido a un ajuste de cuentas por las deudas que contrajo a raíz de la relación ficticia, no es excepcional. Pero vamos, ni de lejos. Se trata de una de las estafas tecnológicas más viejas y, a lo largo de los años, ha afectado casi por igual a hombres y mujeres de todo tipo de nacionalidades. Hace un par de años, un supuesto astronauta ruso destinado en la Estación Espacial Internacional consiguió convencer a una mujer japonesa para estafarla 30.000 dólares. ¿La excusa? De acuerdo con el medio japonés Yomiuri Shinbun , este decía no tener dinero suficiente «para pagar su billete de regreso a la Tierra». Pero el amor todo lo puede. Incluso hay víctimas de esta estafa que, después de ser desbalijadas, perdonan al delincuente. Ese es el caso de un hombre chino al que una mujer le sustrajo cerca de 280.000 dólares a lo largo de una relación de cinco años. Se dio cuenta el pasado agosto después a raíz de una investigación policial. Ahora pide la justicia china que se la trate con clemencia, de acuerdo con el ‘ South China Morning Post ‘. Y la lista de casos sonados de este tipo sigue. Es casi inabarcable. La clave siempre es el dinero Como explica a ABC Josep Albors, jefe de concienciación de la empresa de ciberseguridad ESET, para desarrollar estafas de esta clase, no hace falta ser un genio de la tecnología. «Todo es pura psicología. Los estafadores, además, suelen dirigirse a personas que son solteras, que tienen un buen patrimonio y, además, que no son demasiado ostentosos», señala. Las campañas se pueden desarrollar en todo tipo de plataformas de internet. Igual arrancan por correo electrónico que por WhatsApp. También, evidentemente, en ‘apps’ de citas tipo Tinder, en donde sabes a ciencia cierta que la víctima está abierta a iniciar una relación, o en cualquier otra red social. Se han visto casos en casi cualquier rincón popular de la red. Albors remarca que los usuarios jamás, bajo ningún concepto, deben compartir dinero o bienes materiales con desconocidos a través de internet. En el momento en el que la persona que, supuestamente, hay al otro de la pantalla realice una solicitud de este tipo tienen que saltar de forma inmediata todas las alarmas. Lo mejor sería dejar la relación justo ahí . La IA lo complica todo El experto también recomienda revisar a fondo las fotografías que comparte el desconocido, porque con el auge de la inteligencia artificial generativa, y la gran cantidad de herramientas que hay en internet capaces de crear imágenes realistas a partir de un puñado de palabras, estas podrían ser, directamente, falsas. «Todas estas estafas están evolucionando mucho gracias a la IA. Esta ofrece muchas posibilidades a la hora de generar conversaciones creíbles. Con la tecnología actual, hasta se pueden realizar conferencias por vídeo en las que el estafador utiliza filtros faciales y de voz para que la víctima no se dé cuenta de la situación», remata el jefe de concienciación de ESET.
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