Por qué es importante: Cuando la pandemia de 2020 provocó una reducción notable de las emisiones globales de carbono, algunos esperaban que las naciones industrializadas aprovecharan la oportunidad para fortalecer los esfuerzos para luchar contra el cambio climático. Un informe reciente de la ONU indica que las emisiones de 2023 se recuperaron y algo más, poniendo en peligro el Acuerdo de París.
No sorprende que el Informe sobre la brecha de emisiones del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) de este año afirme que las naciones más ricas del mundo no están haciendo lo suficiente para disminuir emisiones de gases de efecto invernadero. Desafortunadamente, también muestra que el reciente crecimiento de las emisiones ha borrado la pausa pandémica.
Las emisiones globales aumentaron un 1,3 por ciento entre 2022 y 2023, superando la tasa anual promedio del 0,8 por ciento de la década que abarca de 2010 a 2019 y estableciendo un nuevo récord de 57,1 GtCO2e. El aumento provino de todas las fuentes de emisiones excepto el uso de la tierra y la silvicultura. La energía y la agricultura siguen siendo los contribuyentes más importantes.
Según el PNUMA, las políticas actuales podrían conducir a un aumento de la temperatura global de hasta 3,1 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales para finales de siglo. El objetivo del Acuerdo de París de limitar esa cifra a 1,5 °C quedará fuera de alcance si los próximos años muestran un crecimiento de las emisiones similar al de 2023.
Lograr las reducciones acordadas por los países en virtud de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional del Acuerdo de París colocaría al planeta en el camino hacia un aumento del calentamiento de entre 2,6 °C y 2,8 °C. Alcanzar 1,5 °C requeriría reducir las emisiones en un 47 por ciento en comparación con los niveles de 2019 antes de 2030 y en un 57 por ciento para 2035. Aumentar el uso de energía eólica y solar podría representar entre un 27 y un 38 por ciento de las reducciones de emisiones para la década de 2030. Revertir la deforestación y mejorar la gestión forestal podría contribuir con otro 20 por ciento.
La agricultura y el uso de la tierra son factores vitales detrás del cambio climático porque los océanos, los bosques, el suelo y otros elementos naturales de la Tierra suelen absorber aproximadamente la mitad de todas las emisiones. Sin embargo, incluso esto podría ser rápidamente movedizoya que la investigación preliminar indica que el planeta casi no absorbió CO2 en 2023. El fenómeno podría ser temporal, pero también podría indicar que los sumideros naturales de carbono están fallando, lo que podría acelerar rápidamente el cambio climático.
Los científicos han vinculado repetidamente el cambio climático con la intensificación de los desastres naturales, el aumento del nivel del mar, el aumento de la frecuencia de las olas de calor y otros efectos que podrían poner en peligro la civilización humana.