Polvo lunar: A diferencia de la Tierra y otros cuerpos celestes importantes del sistema solar, la Luna no tiene una atmósfera ni un campo magnético significativos. Sin embargo, el satélite de la Tierra tiene una capa muy fina de partículas de polvo conocida como «exosfera», y los científicos afirman que han descubierto la fuente principal de estas partículas.
La mayor parte de la exosfera de la Luna probablemente se formó después de eones de bombardeo de micrometeoritos sobre la frágil superficie del satélite, rica en regolitos. Una nueva investigación de Nicole Xike Nie, profesora adjunta y cosmoquímica del MIT, respalda esta hipótesis después de estudiar muestras lunares del programa de exploración espacial Apolo.
«Utilizar muestras traídas de las misiones Apolo es tanto un honor como una oportunidad científica única», dijo Nie dichoEl suelo lunar recogido por los astronautas de la NASA ha estado en el archivo de la agencia espacial durante más de 50 años y sigue siendo un recurso invaluable para la investigación científica moderna y de vanguardia.
Gracias a los recientes avances en los métodos de análisis de muestras, las muestras de la misión Apolo ahora pueden proporcionar una historia más completa sobre el entorno de la Luna. El equipo de Nie estudió el polvo de roca lunar de 10 muestras diferentes, utilizando solo 50 miligramos de «polvo espacial» para su investigación. Incluso pequeñas cantidades de material pueden proporcionar una gran cantidad de datos científicos, señaló Nie.
Los investigadores examinaron las huellas químicas de los diferentes isótopos presentes en el polvo. Basándose en la mezcla de elementos identificados, determinaron los procesos más importantes que intervienen en la formación de la exosfera. Sin atmósfera, la Luna carece de un escudo natural contra los fenómenos meteorológicos espaciales extremos, incluidos los altamente energéticos. Tormentas solares y los impactos de micrometeoritos.
La superficie de la Luna está constantemente bombardeada por partículas espaciales, explican los científicos, y cada impacto deja una marca significativa. Las temperaturas en el punto de impacto pueden aumentar repentinamente hasta los 2.000-6.000 grados Celsius, derritiendo y vaporizando el suelo lunar. Estas partículas vaporizadas contribuyen a la exosfera, junto con los átomos de la superficie expulsados por el plasma basado en protones de las erupciones periódicas del viento solar.
El nuevo estudiar sugiere que los impactos de micrometeoritos representan más del 70 por ciento de la composición de la exosfera de la Luna, mientras que los vientos solares son responsables de alrededor del 30 por ciento o menos. Nie ahora pretende aplicar los mismos métodos de investigación para estudiar otros isótopos en el suelo lunar, ya que una comprensión clara de los entornos espaciales es esencial para futuras misiones de exploración. Dados estos hallazgos, la próxima generación de habitantes lunares probablemente necesitará buscar refugio subterráneo para evitar la vaporización instantánea o los efectos de los devastadores impactos del plasma solar.