La memoria humana es caprichosa. Si paras un momento para pensar en tu juventud, seguramente todavía recuerdes esa asignatura que, en su momento, te dio problemas en el instituto, o cómo conociste a aquella persona que, tantos años después, sigue siendo tu amiga. Sin embargo, si quieres recordar las tareas exactas que llevaste a cabo en casa hace una semana, probablemente te cueste más. Y esto se debe a que nuestra memoria tiende a retener durante más tiempo los acontecimientos relevantes; mientras que los superfluos -los que no pasan de ser un capitulo de relleno en nuestras vidas- acaban volatilizándose. Porque, al final, que te olvides de la última vez que lavaste los platos no implica que la próxima que… Ver Más
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