Dos incendios casusados por rayos han provocado el cierre a visitantes del Sequoia National Park en Estados Unidos. El avance del fuego amenaza los colosales árboles del parque y añaden más tensión a una temporada de incendios que ya ha sido desastrosa para California.
Los incendios conocidos como Paradise y Colony forman un un frente colectivo que ha sido bautizado como KNP Complex y que ya ha acabado con más de 2000 hectáreas de bosque en el Parque Nacional este pasado martes. El incendio no solo no está controlado, sino que se ha multiplicado por cinco en las últimas 24 horas. Los técnicos creen que el parque deberá permanecer cerrado una semana si no más. El cierre incluye la carretera al General Sherman, una de las principales atracciones del parque y el árbol más grande del planeta, con un diámetro de tronco de 31 metros y una altura de 84.
Los empleados del parque tuvieron que ser evacuados cuando el fuego atravesó el río y arrasó sus oficinas. La localidad de Tulare County que sirve de entrada no oficial al parque también ha sido evacuada. De momento el incendio sigue los pasos del tristemente famoso Incendio de Caldor de este mismo año, que calcinó dos localidades turísticas tipo resort, o el Incendio de Castle del año pasado, que obligó a evacuar a 2400 residentes.
Los oficiales del parque han informado de que el fuego ya se ha acercado a dos arboledas de sequoias jóvenes del parque y que avanza por el bosque gigante, que sirve de hogar a más de 8.000 árboles. La sequía y los árboles muertos están alimentando el fuego que también se beneficia del calor y el viento dominante estos días. El terreno inclinado también se lo está poniendo difícil a los equipos de extinción en tierra. Solo los aviones que rocían retardante impiden que el desastre sea mayor.
El oficial encargado de la comunicación del Parque Nacional Sequoia, Mark Ruggiero, aseguró en declaraciones a AP que no hay una amenaza inminente para los bosques de árboles gigantes, pero que el potencial de que esta crezca está ahí.
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Las Sequoias del parque han pasado por mucho los dos últimos años y son especialmente vulnerables a nuevos incendios. El año pasado, el incendio Castle mató entre 7.500 y 10.000 árboles de Sequoia tras rozar el parque en agosto. Esa cifra constituye entre un 10 y un 14% de la población total de esta especie de árboles que hay en el mundo. El fuego fue tan intenso que los vigilantes del parque encontraron una Sequoia que aún seguía ardiendo en el interior la primavera siguiente. No todos los árboles muertos en ese incendio eran gigantes, pero hasta la destrucción de los ejemplares jóvenes es una tragedia.
Los fuegos no son la única amenaza a estos majestuosos árboles. La intensidad de la sequía que azota el oeste de Estados Unidos hace a las Sequoias más vulnerables a infestaciones de escarabajos o pérdida de follaje, lo que a su vez los hace aún más vulnerables a incendios. Normalmente las Sequoias más grandes sobreviven a incendios a ras de suelo, pero con sus defensas debilitadas por la sequía, el panorama está cambiando.
“Las Sequoias son un árbol que se adapta a los incendios”, explica Ruggiero. “Incluso es parte importante de su ciclo vital, pero con incendios tan intensos como estos, hasta las Sequoias pueden morir”.