Uno de los mayores obstáculos para la adopción de vehículos eléctricos es la falta de una infraestructura suficiente de estaciones de carga. Una compañía llamada SparkCharge ha aplicado aquello de “Si Mahoma no va a la montaña, la montaña irá a Mahoma” y está fabricando cargadores móviles.
La compañía se postula como la creadora del primer parque de cargadores de vehículos eléctricos bajo demanda. En esencia funciona así: imagina que te estás quedando sin energía en tu coche eléctrico y no tienes estaciones de carga cerca o estas están ocupadas. La solución pasa por descargar una aplicación llamada BoostEV y reportar desde ella dónde te encuentras y cuánta batería te queda. Entonces cualquiera de los proveedores que trabajan con SparkCharge puede citarse contigo en un lugar al que puedas llegar con la energía que te queda y recargar tu auto con ayuda de un sistema de recarga móvil que cabe en una pequeña furgoneta o grúa de servicio. La idea es como un sistema de asistencia en carretera combinado con baterías recargables.
De momento SparkCharge funciona en 13 lugares de Estados Unidos. La mayor parte son ciudades grandes como Los Ángeles o San Francisco. En otros lugares el servicio se ofrece a través de socios comerciales como Honk (en Dallas) o Allstate en Nueva York.
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La clave del servicio es un módulo portátil de baterías llamado Roadie que ha sido diseñado y fabricado por la propia compañía. La plataforma ofrece módulos con una potencia de 7, 10,5 o 14 kWh. El precio de este servicio no es barato (ronda los 50 céntimos por milla), pero es una solución realmente ingeniosa para paliar la falta de cargadores hasta que cada país construya una infraestructura que permita una adopción generalizada. La compañía describe así el servicio:
Básicamente lo que estamos haciendo es crear toda una nueva infraestructura de carga. Es una red que siempre está disponible y que es más rápida que los cargadores tradicionales. Además cuenta con la ventaja de no necesitar de permisos de instalación específicos o construcción de un lugar fijo. Con nuestras unidades de carga simplemente pulsas un botón y cargas desde cualquier lugar, sea una estación de servicio, un estacionamiento o una esquina de la calle. Es mucho más versátil que una red de cargadores tradicionales.
El modelo de negocio de SparkCharge es ofrecer sus cargadores a cualquiera que quiera crear un negocio de carga en carretera. El equipo se alquila mediante un servicio de leasing que cuesta 450 dólares al mes e incluye el mantenimiento de los módulos de carga. [vía TechCrunch]
