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Esta foto de una tormenta no es Photoshop

Esta foto de una tormenta no es Photoshop


La foto sobre estas líneas se tomó desde el Observatorio Gemini en Mauna Kea y no es de extrañar que el Laboratorio Nacional de Investigación en Astronomía Óptica de Infrarrojos (NOIRLab) la haya seleccionado como imagen de la semana. Pero ¿qué estamos viendo exactamente?

La respuesta corta es: “un hada roja y un chorro azul” (Red Sprites y Blue Jets). Bajo esos nombres tan curiosos se esconden dos fenómenos meteorológicos muy poco comunes. Lograr fotografiar uno ya es difícil. Obtener dos en la misma foto es fruto solo de un increíble golpe de suerte. En realidad las posibilidades de cazar uno de estos fenómenos son algo más altas porque el observatorio monitoriza de manera continua el tiempo que hace en la zona y saca fotos del cielo cada 30 segundos.

Las hadas rojas o espectros rojos son descargas ultrarrápidas de electricidad que se producen en las capas altas de la atmósfera, a alturas de entre 37 y 80 kilómetros. Algunas tienen forma como de medusa, con grandes masas globulares de luz roja con zarcillos colgando bajo ellas. En julio de 2020, el fotógrafo del Observatorio McDonald Stephen Hummel tomó un ejemplo espectacular de este tipo de hadas rojas. Puedes velo desde su cuenta de Instagram. El color rojo de este tipo de descargas se debe a que la electricidad en el aire excita el nitrógeno molecular, cuya sobrecarga produce luz en el espectro de los 650-680nm y los 750-780nm.

Otras descargas de hada roja toman la forma de conos alargados llenos de ramificaciones. A estas se las conoce como hadas rojas zanahoria, y es lo que podemos ver en la imagen (en la parte superior). A simple vista es difícil verlas porque suceden demasiado rápido, pero una cámara configurada con la sensibilidad y velocidad adecuadas si es capaz de captarlas.

Los chorros azules, por el contrario, tienen lugar más cerca de la superficie de nuestro planeta. Se trata de descargas eléctricas que normalmente se generan sobre las nubes de tormenta, a alturas de unos 22 kilómetros, y después se elevan hasta formar columnas que alcanzan hasta 48 kilómetros.. Ambos fenómenos pueden verse desde el espacio y los astronautas de la Estación Espacial Internacional han logrado fotografiarlos en varias ocasiones. [vía Science Alert]





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