Los pilotos de helicóptero tienen que tener unos reflejos a prueba de bombas. Debido a la peculiar aerodinámica de estas máquinas voladoras, cuando algo falla solo disponen de unos breves instantes para evitar el desastre. Como podrás ver en el vídeo que hay a continuación, los reflejos de este piloto salvaron a los ocupantes de un destino mucho peor.
Un grupo de cazadores que estaban persiguiendo jabalís a bordo de un helicóptero Robinson R44, acababa de salir del aeropuerto de Albany, Texas, cuando uno de los motores comenzó a fallar. Después de unos breves instantes el motor se detuvo por completo. En cuestión de décimas de segundo, el piloto activó el sistema de autorrotación, que permite al helicóptero tener algo de sustentación cuando el motor no es capaz de suministrar potencia al rotor, y que hace que el helicóptero no caiga “a plomo”.
En cuestión de segundos el helicóptero se precipita hacia el suelo mientras el piloto trata de buscar un claro libre de árboles y vegetación donde realizar un aterrizaje de emergencia.
Aunque uno de los rotores acaba golpeándose con una rama durante el descenso, el piloto consiguió mantener la calma y hacer aterrizar el helicóptero. De no ser por la rápida reacción del piloto, seguramente la cosa podría haber acabado mucho peor.