La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, afirmó hoy 25 de marzo que las innovaciones en el mundo de las finanzas son necesarias. Sin embargo, en el caso de las criptomonedas como bitcoin (BTC), así como en otros avances tecnológicos, los adelantos tienen un lado negativo.
Para Lagarde, la huella ambiental que deja la minería de criptomonedas es el lado menos agraciado de la industria. Así lo indicó durante su participación en el panel virtual «¿Cómo puede la innovación apoyar el crecimiento sostenible?», organizado por el Banco de Pagos Internacionales como parte de la Cumbre de la Innovación.
En el inicio de su intervención la ejecutiva señaló: «la huella ambiental de las criptomonedas, muy celebradas en estos momentos, también es algo que está en el lado negativo de esas innovaciones». La presidenta también mencionó avances como los paneles solares o las baterías de los vehículos eléctricos que, según su opinión, se desconoce qué puede hacerse con ellos luego de su vida útil.
Lagarde consideró que las monedas digitales, los contratos inteligentes y la tecnología de contabilidad distribuida (DLT) pueden contribuir a mejorar el sistema de pagos actual. Algo que compartió con su compañero de panel, Mark Carney, enviado especial de la ONU para la acción climática.
Ambos ponentes coincidieron en que la tecnología Bitcoin es importante para lograr una mejor interconexión del sistema de pagos internacionales. Es decir, los ejecutivos ven estos avances como elementos para mejorar el sistema existente, no para crear uno disruptivo.
Lagarde admitió que muchas veces los bancos centrales son vistos como muy conservadores, algo que justificó diciendo que las instituciones deben mantener la estabilidad. Sin embargo, aseguró que los adelantos tecnológicos forman parte del ADN de las instituciones financieras.
El debate estuvo enmarcado en el cambio climático y el sentido de urgencia que ha dejado la pandemia por COVID-19 sobre las innovaciones en el sistema financiero internacional. La intención es atender las crecientes necesidades, pero a la vez asegurar un crecimiento sostenible.
Minería de Bitcoin, positiva para el ambiente
A diferencia del punto de vista de Lagarde y de opiniones generalizadas sobre el impacto ambiental que tiene la minería de Bitcoin, estudios recientes confirman que la actividad contribuye a disminuir la huella de carbono.
CriptoNoticias reportó en febrero de este año una investigación de la analista Yassine Elmandjra, de ARK Investment Management, quien demostró que minar bitcoins no es nocivo para el medio ambiente y que por el contrario más bien lo favorece.
«Bitcoin es mucho más eficiente que la banca tradicional y la minería de oro a escala global. La banca tradicional consume 2.340 millones de gigajulios (GJ) por año y la minería de oro 500 millones de GJ, mientras que Bitcoin consume 184 millones de GJ, menos del 10% y 40% de la banca tradicional y la minería de oro, respectivamente», resaltó la investigadora.
Otro hecho que refuta las reflexiones de Lagarde fue el reportado en septiembre del 2020. La multinacional petrolera Equinor anunció que eliminaría una emisión anual de 20.000 toneladas de Co2. La empresa dijo que vendería el gas como subproducto para generar energía en la minería de Bitcoin.
