Cuando Creative se puso en contacto conmigo para cederme la Creative Stage V2 pensé: ¿Una barra de sonido para el PC? Por alguna razón mi cabeza asociaba las barras de sonido a los televisores. Después de probarla puedo confirmar que sí. Una barra de sonido para el PC es una idea fabulosa.
Al fin y al cabo. ¿No es el PC eso que tienes a menos de un metro de tu cara cada día?
La Stage V2 es, de hecho, una versión refinada y con un sonido más contundente de la primera Stage que Creative lanzó en 2019. Externamente, hablamos de un dispositivo sencillo, casi minimalista. Los 78 x 680 x 100 mm de la barra caben perfectamente debajo del monitor típico. De hecho, encajan como un guante bajo mi HP Omen de 32 pulgadas. El cajón de graves, que mide 423 x 116 x 250 mm puede ocultarse igualmente bien detrás del monitor o en el suelo. Su configuración con el altavoz en el lateral, eso sí, está pensada para operar en vertical, no tumbado. Puedes tumbarlo, pero no tiene patas de goma en ese lado.
La Stage V2 no es una barra en absoluto cara (cuesta 113 euros en Amazon). No lo es, sobre todo, teniendo en cuenta su calidad de sonido (más sobre eso abajo) y su fabricación. Tanto la barra como el subwoofer (cuya caja es de madera) se sienten sólidos y excepcionalmente bien acabados. La rejilla metálica frontal de la barra y el acabado negro piano dan un toque estiloso a la mesa sin entrar en farándulas de luces más propias del mundo gamer. De hecho el único resplandor procede de un sencillo indicador blanco que muestra el canal que tenemos seleccionado, el volumen y otros pequeños bocaditos de información. Un detalle que no me ha gustado es que es imposible apagar el indicador, ni siquiera cuando la unidad está completamente apagada (al menos yo no he encontrado la forma de hacerlo).
Si eres un maniático de los cables y los escritorios despejados, te gustará la idea de una barra de sonido al estilo de la Stage V2 porque reduce los cables necesarios a tres: el que conecta la barra al subwoofer, el de corriente y el que se enchufa al PC o televisor. Este último puede ser óptico, USB-C, jack de audio de 3,5mm o HDMI (ARC). SE acabaron las complejas instalaciones con 7 altavoces satélite repartidos por toda la mesa y parte de sus alrededores. Una conexión Bluetooth permite enlazar la barra a dispositivos tales como smartphones y tabletas. A nivel de conexiones lo único que echo en falta es un puerto para auriculares en la propia barra, pero no es una ausencia en la que me vaya la vida teniendo en cuenta que el PC no está muy lejos.
Los controles físicos se limitan a cuatro botones en el lateral derecho, el de encendido (que también sirve para cambiar de modo), los de volumen y el de emparejamiento Bluetooth. Ninguno de ellos hace ruido y no son especialmente fáciles de distinguir al tacto, lo que no sería tan grave si no fuera porque no se ven desde delante. Acabarás usando el mando para todo o casi todo. De todos modos hay opciones que solo están disponibles en el mando. Entre ellas dos muy interesantes que permiten resaltar los diálogos sobre el resto de sonidos (muy útil para cine) y activar o desactivar el sonido ambiental envolvente (útil para juegos).
El mando finalmente permite ajustar de manera independiente el volumen de agudos y graves, e incorpora funciones para controlar la reproducción, pero solo si conectas la barra por USB-C.
Calidad de sonido
La Creative Stage V2 tiene una potencia nominal de salida de 160 vatios repartidos entre la barra y el cajón de graves, por lo que el resultado real no tienen tanta pegada como la cifra da a entender. La barra tiene dos altavoces de 20 vatios y 2,25 pulgadas, y el subwoofer uno de 40 vatios y 5,25 pulgadas (unos 130mm). Combinados hacen 80 vatios que pueden ascender a los 160 mencionados a máxima potencia.
Poco de esto importa cuando tienes la barra delante de la cara bombardeándote con sonido a apenas medio metro de distancia. En esta configuración, la Stage 2 ofrece un sonido sensacional para ver cine o jugar siempre y cuando nuestros vecinos sean comprensivos con el escándalo y nosotros moderemos el volumen lo suficiente como para no quedarnos sordos antes de tiempo.
La cosa cambia, por supuesto, cuando de lo que se trata es de llenar de sonido un salón. En ese sentido la Stage V2 sigue haciendo un trabajo muy decente, pero le falta la pegada de la que presumen otras barras más grandes y caras. No obstante, es más que suficiente como para mejorar el sonido de tu televisor si lo tienes en un salón pequeño.
El sonido de la Creative Stage V2 es 2.1. Si lo que buscas es sonido envolvente puro y duro no es la mejor opción. El modo surround logra dar una sensación de profundidad al sonido, como si estuviéramos frente a un escenario, pero no es sonido posicional como el que encontraríamos en unos auriculares de Gaming como los Creative SXFI.
La Stage V2 está más orientada a diálogos y a sonido de cine que a música pura y dura. Prueba de ello es lo equilibrado de los graves, que suenan suave incluso sobre una mesa de madera sobre la que resonar. Los modelos más parecidos en el mercado son la Realme Soundbar de 100 vatios o la LG SJ12 de 160, cuyas características son muy similares sobre el papel. De las dos, solo he podido probar la Realme, y su sonido es más potente pero menos nítido que la de la Stage V2.
En resumen
Aunque ha quedado relegada a sonido por y para el PC, Creative sigue teniendo una larguísima experiencia en desarrollar calidad de audio, y eso se nota en la stage 2. Hay barras más potentes, pero la simplicidad de la Stage V2 y su sonido limpio la hacen muy buena elección para computadoras o televisores en salones pequeños.
- Buen precio para la claridad de sonido que ofrece.
- Simple de instalar y de usar, pero pocos controles físicos.
- Los modos de sonido envolvente y de resaltar diálogos podrían ser más potentes.
- Hará que ya no quieras más altavoces tradicionales para PC.