[ad_1]
Un alijo de al menos 15 cráneos humanos que datan del Neolítico El período ha sido desenterrado en Masseria Candelaro, un sitio prehistórico en la región de Puglia en Italia. El descubrimiento, publicado en el European Journal of Archaeology, ha planteado dudas sobre las prácticas y rituales funerarios antiguos. La datación por radiocarbono sugiere que los cráneos pertenecían a individuos que vivieron entre 5618 y 5335 a. C. y se cree que la mayoría de los restos provienen de hombres.
El estudio fue publicado en el Revista europea de arqueología. Según se informa, los cráneos se encontraron dentro de una estructura denominada «Estructura Q», que no era un lugar de enterramiento designado sino un elemento hundido que contenía objetos tanto domésticos como rituales. Según Jess Thompson, arqueólogo de la Universidad de Cambridge, que habló con Live Science, los cráneos fueron recuperados de entierros anteriores, manipulados exhaustivamente y luego depositados juntos. Los huesos mostraban signos de desgaste pero no evidencia de violencia, lo que descarta teorías de cabezas trofeo enemigas.
Prácticas rituales inusuales sugeridas
El fragmentado El estado de los cráneos ha llevado investigadores creer que eran parte de rituales ancestrales. Se especula que los huesos pueden haber sido exhibidos o manipulados con fines simbólicos, aunque no se encontró evidencia directa, como modificaciones para la suspensión. Thompson explicó que la importancia de los huesos humanos parecía estar relacionada con su poder o eficacia percibidos dentro de la comunidad.
No es un lugar de entierro típico
Los cráneos estaban ligeramente cubiertos de tierra, lo que sugería que habían sido abandonados en lugar de enterrados formalmente. Se cree que el acto de depositar los restos en este contexto representa una forma de «desmantelamiento» de los huesos, transformándolos en «ex-ancestros». Thompson señaló que la ubicación final probablemente tenía un significado simbólico, indicando el fin de su uso en los rituales.
Este hallazgo se suma a la creciente evidencia de prácticas mortuorias complejas durante el período Neolítico y arroja luz sobre cómo las sociedades primitivas interactuaban con sus muertos. Estudios adicionales pueden revelar información adicional sobre estas antiguas costumbres.
[ad_2]
Enlace fuente